La venta de Nvidia por parte de SoftBank sacude el mercado

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Daniel Butanda

Consultor Digital

La venta de Nvidia por parte de SoftBank sacude el mercado

La audaz decisión de Masayoshi Son

Masayoshi Son no es conocido por las medias tintas. La carrera del fundador de SoftBank está marcada por apuestas sorprendentes, cada una más audaz que la anterior.

Su último movimiento es vender su participación total de $5.8 mil millones en Nvidia para enfocarse en la inteligencia artificial. Aunque sorprendió al mundo empresarial, quizás no debería haberlo hecho. A estas alturas, es casi más sorprendente cuando Son no arriesga su capital.

Un historial de grandes apuestas

Durante la burbuja de las puntocom a finales de la década de 1990, la fortuna de Son alcanzó los $78 mil millones en febrero de 2000, convirtiéndolo brevemente en la persona más rica del mundo. Sin embargo, tras la caída del mercado, perdió $70 mil millones, el mayor descalabro financiero de un individuo en la historia, mientras la capitalización de mercado de SoftBank se desplomaba un 98%.

A pesar de esta debacle, Son hizo una de sus apuestas más legendarias: una inversión de $20 millones en Alibaba en 2000, que se dice que decidió tras una reunión de solo seis minutos con Jack Ma. Esa participación eventualmente valdría $150 mil millones en 2020, transformándolo en una figura célebre en la industria del capital de riesgo.

Controversias y decisiones difíciles

El éxito de Alibaba ha dificultado ver cuándo Son ha permanecido demasiado tiempo en la mesa. Cuando necesitó capital para lanzar su primer Vision Fund en 2017, no dudó en buscar $45 mil millones del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, mucho antes de que recibir dinero saudí se volviera aceptable en Silicon Valley.

Después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi en octubre de 2018, Son condenó el hecho, pero insistió en que SoftBank no podía «dar la espalda al pueblo saudí», manteniendo su compromiso con el capital del reino. De hecho, el Vision Fund aumentó su actividad de inversión poco después.

Consecuencias de sus decisiones

Sin embargo, eso no resultó bien. Una gran apuesta en Uber generó pérdidas durante años. Luego vino WeWork, donde Son ignoró las objeciones de sus subordinados y asignó a la compañía de coworking una valoración de $47 mil millones en 2019. Los planes de salida a bolsa de WeWork colapsaron, lo que le costó a SoftBank $11.5 mil millones en pérdidas de capital y otros $2.2 mil millones en deuda.

Un nuevo capítulo para SoftBank

Son ha estado buscando un nuevo resurgimiento durante años, y el martes será recordado como un momento clave en su historia. Ese día, SoftBank anunció que había vendido todas sus 32.1 millones de acciones de Nvidia, no para diversificar sus apuestas, sino para enfocarse en un compromiso planeado de $30 mil millones con OpenAI y participar en un centro de fabricación de IA de $1 billón en Arizona.

Si vender esa posición le causa desasosiego a Son, es comprensible. A aproximadamente $181.58 por acción, SoftBank salió solo un 14% por debajo del máximo histórico de Nvidia. Sin embargo, este movimiento también sacudió el mercado, con las acciones de Nvidia cayendo casi un 3% tras el anuncio, aunque los analistas enfatizan que la venta no debe interpretarse como una postura negativa hacia Nvidia, sino como una necesidad de capital para sus ambiciones en IA.

Reflexiones finales

Wall Street no puede evitar preguntarse: ¿ve Son algo en este momento que otros no ven? A juzgar por su historial, tal vez sí, y esa ambigüedad es todo lo que los inversores tienen para guiarse.

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